13-06-11

los pájaros humanos

Prefiero emigrar como los pájaros a otro tiempo y que las palabras se construyan desde donde ellas quieran:

Los pájaros huidores de la ciudad, por el ruido y que se yo...va´ si lo sabré... en ese viaje se construyen con el mar, con los campos y los fragmentos que, obviamente, no resisten en su memoria de pájaros (pequeña, aparente) Así llegan frescos mediante ese olvido, un olvido que yo jamás alcanzaré; Llegan chascones, desordenados, sedientos y la ciudad, reina engañadora, los empieza a amoldar de ruido, de tonta música, más los pájaros, pobres sinceros, no pueden intervenir ni afectar aquella cuestión salvaje. Pobrecitos. Y a la mañana siguiente vuelven a cantar, a confiar. En el día padecen, luego reposan en sus nidos y hacen lo que les queda de amor. Pero al día siguiente olvidan (es lo que quiero pensar para no perder la fe) y empiezan con su canto mañanero, dulce, para que raíces avancen, que es quizá lo que verdaderamente importe.

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