Homicidio en la calle despecho #256

Escribiré horas sobre ti
Manoseándote por todos lados
Cubriré tu boca con mi mano
Y te taparé la vagina con esto
Hasta ahogarte por todos lados
Luego muerta y yo no menos
Jugaré con mi lengua en tu lengua
Y te hablaré desde ella
Como la lengua primera
¡Como nunca te han hablado!
¡Como nunca has sabido escuchar!
Y entenderé que te amo
Pero otra vez será tarde
Y sonará, no de fondo sino encima,
Una melodía de Haendel
Algo así como Aleluya (invito al lector a que la imagine en un volumen ensordecedor)
(pero podría ser cualquier otra. Pero de Haendel)
Saldré al trabajo feliz y campante
Tras enterrar tu cuerpo
¡Tus labios, tu nombre, tu sexo, tus ideas
Y hasta tu alma de mierda!
Pero feliz y campante

Cuando voy al trabajo pienso en tí/ por las calles del barrio pienso en ti…..lalala
(suena el pendrive)

María

¿Cómo escribirte?
¿Cómo decidir de que parte de la hoja partir?
¿Cómo no querer inventar un nuevo lenguaje?
Porque todos, nueva mujer
se empequeñecen frente a ti
¿de donde he de hablarte nueva mujer?

Sí, naces nueva ante mí
Nueva y no nuevamente
nueva para siempre. ¡Naces!

y así es normal odiar con todo el amor posible
de hombre a mujer
de niño a mujer
de hijo a mujer
¿Es que todo serás tú?
¿Es que todo será en tí?

Bajo tu brazo y frente a tus cenos duerme el mundo
Danzando el infierno y el cielo. Una vez más
el oceano y sus mareas infinitas,
Las tempestades siniestras de cualquier tiempo
y de cualquier revolución
no hacen más que buscar tu consuelo, tu aprobación.