20-07-10

Arica, Julio 2010




Hay algo incómodamente abierto, inmensamente uniforme que genera pensamientos y sentires unísonos (conecciones internas). Todo rebota por el paisaje, todo refleja pero con amplitud. Entonces a uno no le va quedando más que estar en uno. Una terapia dolorosa pero justa. Te encuentras con pocos colores, se establecen dos o tres y hablo de diez, veinte kilometros a la redonda. Un color es el cielo emplomado (pero no de smog), hay piedras , montones, pero la arena pareciera cubrirlo todo, quiere afanosa mimetizarlo todo... y sólo el último cielo, justo al centro -quizá donde ya pocos miren- escapa de lo grisaceo y se diferencia con su azul eterno.

No hay comentarios.: